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Cómo trago esta melancolía que se ha alojado en mis labios, otros no sirvieron para invocar al olvido, mucho menos al perdón. La piel, dudo que satisfaga mis ansias que un día supe manipular a mi antojo. Simplemente nada tiene fondo, este sin duda es el purgatorio. Redención... eso ya no es para mí.

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