Arturo


Todavía recuerdo mi reflejo en tus ojos
era fácil verme con tantas lágrimas cayendo de tu rostro
todas ellas en mi nombre.

Hundidos en el dolor de la despedida
un adiós, que sería para siempre.
El orgullo se tragó mis palabras y secó mi llanto
y no dejé ver lo mucho que te extrañaría.

Un último rose de labios
para hundir más la espina que tenías en el corazón.

Me entregaste todo aquello que nos recordaría
todo lo que era sólo nuestro
la única forma de volver y verte
mi amigo, mi amante
y dejé que te fueras
solo, con tu dolor.

Hoy tu recuerdo me castiga cada día
porque es inútil buscarte
y querer volver y verte
ya será el momento
en que nos reencontraremos.

Comentarios

  1. no se ni que decir lo que acabo de leer me dejo perplejo es algo verdaderamente genial me agrado bastante

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