Pensamientos inútiles #3

Eso del amor es complicado. Aún con los fracasos acumulados sigo sin tener idea para qué carajos nos enamoramos.

Ella, que ha ocupado varios nombres, sigue sorprendiendo mi ingenuidad apareciendo por todos lados, apantallándome como la vez primera que la vi en aquellos ojos y esa sonrisa burlona.

Cambia de forma, de nombre, de risa y duele de la misma manera que la primera vez. Algunas veces lleva un sólo nombre y me dejo desgarrar la piel y me someto a su dolor porque en su rostro acepto la mentira que más me aterra creer. Ella encarna mi debilidad y la felicidad dañina que añoro. Nunca se queda porque entendimos que de eso se trata el estar juntas.

Otras tantas la confundo con lujuria y me aturde los sentidos momentáneamente. Me confunde la soledad. Otras veces es paz y tranquilidad pero nunca se queda por mucho tiempo.

Ella que no tiene nunca sentido alguno. Ella que se va y viene y me harto suelo reemplazarla con alcohol.

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