A la Puta que fue mía
Mujer, tú que no buscas más que mi dinero, quiero que cada beso y gemido que sale de tu ser cuente para mi cuerpo. No estoy aquí buscando sólo saciar mi lujuria. Busco compañía en la cama, pero no amor, esos fetiches mundanos dejémoslo a los idiotas. Esta noche es fácil o eso crees, porque no sabes nada de mí, porque soy mujer, porque nada puede pasar, pero no me conoces, mujer. No sabes que antes de subirte al carro yo ya te deseaba. Te ríes de mí porque aparento inocencia y muchos años menos. No sabes, amor, lo hambrienta que estoy de tu cuerpo y las ansias que tengo de quitarme la soledad en tus senos. “Tranquila”, me dices, mientras juega mi lengua con tus pezones y hundo mis dedos dentro de ti. Gimes, es parte del acto y yo quiero creerlo. Las putas no besan y la verdad no se me antojan tus labios. Yo busco que me necesites o por lo menos lo finjas. No me gusta darme cuenta de los engaños. Lo haces bien, pienso, cuando tus uñas se hunden, cuando me muerdes. Tus manos bus