Ya no tengo fuerzas para seguir escribiendo más. Vivir con este sentimiento es un dolor indescriptible. ¿Es que no hay nadie que me haga el favor de venir y estrangularme silenciosamente mientras duermo?
芥川龍之介
Me tomo el tiempo de escribir esto para purgarme de ti. Eso de morir de amor ya me resulta ridículo y hablar de dolor estoy más que cansada. Quererte fue un instante de alegría, ya no tengo 20 años para no entenderlo. Conozco mejor que tú el fondo del vaso y los bares de paso. Conozco bien las alegrías de una noche y el “te quiero” que se escapa por error. Pero besarte… besarte fue engañarme, bajar la guardia y olvidarme del porqué permanezco sola. Besarte fue sonreír de nuevo frente a unos ojos que me miraron sin odio. Besarte fue el acto más egoísta que he hecho y del que no me arrepiento. Besarte, mi amor, fue permitirme olvidarme de mis demonios que me atormentan en cada trago. Pero la cruda siempre llega y con ella el dolor de cabeza y el arrepentimiento. Con ella viene el juicio que se perdió por alegría de la noche fugaz, el antro y las personas que no volveremos a ver pero que fueron buenos camaradas nocturnos. No sólo tú despertaste con resaca. Mis barreras se levanta
Yo podría beber de tus labios cada noche, dejarme envenenar por esas palabras que saben muy bien como empalagarme el oído, pero tu nombre siempre ha sido sinónimo de desilusión. ¿Cómo puedo defenderme de tus caricias? Podría postrar mis sueños a tus pies, un simple esclavo de tu seducción, tan débil a esa sonrisa tuya que me arrebata el alma, la razón. Eres un culto al dolor, un ritual de lágrimas y aun así aquí estoy yo creyente de los besos que profesas, de la felicidad que prometes y no llega.
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