El Nahual Errante #15: Gula y Avaricia

 





Come de mí, bebe de mí… pero con prudencia. Los excesos, el punto máximo de los placeres terminan por convertirse en pecados. ¿Y no son los pecados ese elixir exquisito del que queremos saciarnos hasta el hartazgo? Y qué mejor manera de representarlos por medio de la cara del monstruo ¿Qué más pueden perder los condenados? Ellos que se pueden llevar por los excesos sin remordimientos sin consecuencias celestiales.

Para este número asociamos al vampiro con dos pecados capitales: la gula y la avaricia. Dejemos que la inmortalidad se sacie del líquido vital al punto de atesorarla, desearla sin las barreras de los límites humanos. Es así como los participantes para este número llevaron al extremo más plausible la figura vampírica.

El reto está en la mesa. Monstruos y pecados. ¿hasta dónde pueden llegar?



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